No sé si os ha pasado esto a vosotrxs, quizás será deformación profesional, pero yo, hay series de televisión que veo y no puedo evitar relacionarlos con temas que manejo en mi día a día.

En este caso os traigo una reflexión que extraje de la afamada serie SUITS. Por encima de gustos y de animadversiones que pueda suscitar la misma, con personajes en algunos casos algo exagerados, aunque debo de admitir que a mi me encantaron los Harvey, Donna, Mike, y, sobre todo, el indefinible e indescriptible Louis Litt, …me suele gustar hacer mención en los cursos de liderazgo a una de las escenas protagonizadas por el gran Harvey Specter.

Os sitúo:

Gran agencia bursátil neoyorquina. Harvey desenmascara un caso de fraude, que casi lleva a la cárcel a una indefensa joven, recién incorporada a la empresa, instando al dueño, Dean, a que expulse a quien lo ha cometido, a pesar de ser su mano derecha. Tras hacerlo, mantienen esta conversación un avergonzado Dean y un orgulloso y ético Harvey:

“Dean: Harvey, quiero que sepas que … no sabía nada de esto.

Harvey: Dean, cuando yo tenía 13 años, a mi hermano pequeño lo molestaba un abusón del barrio. Un día hablé con el padre del chaval…me dijo que no sabía nada de ello…

¿Sabes qué es lo peor?…

QUE TENIA QUE HABERLO SABIDO”

Esto no significa que tengamos que saber en todo momento lo que nuestro equipo está haciendo, cayendo en el control exacerbado, agobiante y limitador, pero sí al menos conocerlos a fondo, saber lo que les motiva, las ambiciones que tienen, qué principios rigen sus vidas…además de indagar en sus competencias, y mediante adecuados feedbacks, reforzar esos puntos fuertes y trabajar intensamente en los débiles. En definitiva, consiste en conocer lo que en términos del coaching se denomina propósito y lograr transformarles en mejores personas y grandes profesionales.

Y tú…

… ¿Qué tipo de líder eres?

… ¿eres de los que delegas o te escaqueas?