Si algo he aprendido e intento tenerlo siempre presente es que las cosas chulas ocurren fuera de nuestra zona de confort. Cuando nos arriesgamos, hacemos pequeñas locuras o pasamos tiempo con gente que tiene proyectos interesantes, otras vidas, otras maneras de vivir y funcionar vemos que la vida es mucho más que nuestro pequeño cuadrante.
Y no digo que nuestro pequeño cuadrante sea malo, todos necesitamos una zona donde nos sintamos protegidos y tranquilos, pero si no hacemos que ese cuadrante crezca nos quedamos atascados en una zona que no nos deja desarrollarnos.
A veces oigo frases como las siguientes con un deje de envidia/fastidio:
“Mira Fulanito, qué suerte tiene, le va super bien”. “Mira Menganito está ganando todas las carreras y se ha hecho famoso”,..
Yo suelo pensar y responder:
¿Sabes que Fulanito ha montado su propia empresa? ¿Sabes que dejo su trabajo para emprender y lo mucho que ha arriesgado? ¿Sabes las noches que habrá pasado en vela y las horas que trabaja para que el proyecto salga adelante?
¿Sabes todo lo que ha tenido que entrenar Menganito? ¿Las lesiones que ha sufrido y lo solo y angustiado que ha pasado muchos momentos de su vida pensando que no iba a ser capaz?
Cuando hablamos de los demás, hacemos juicios muy simples y sacamos unas conclusiones que muchas veces son erróneas. La pregunta que deberíamos de hacernos es: ¿sería yo capaz de hacer lo que ha hecho Fulanito o Menganito?
Un superviviente del accidente de los Andes resume en la siguiente frase lo que fue lo que les hizo actuar cuando se dieron cuenta que todos les daban por muertos: “En esta historia nosotros somos los protagonistas”.
Es una frase que me encanta, pero como otras muchas cosas la obviamos. Por supuesto que en esta vida nosotros somos los protagonistas, pero muchas veces nos pasamos la vida buscando excusas y culpables para no hacer nada y quedarnos donde estamos y seguir quejándonos.
En el ámbito de las ventas, esta actitud es la que NO podemos aceptar. La pregunta es siempre:
¿Qué voy a hacer?
¿Cómo lo voy a hacer?
¿Cuándo lo voy a hacer?
Y si de una manera no funciona, pues se prueba de otra manera. Si yo os contará las aventuras y desventuras que hemos pasado mi socio y yo (como la mayoría de los profesionales de las ventas) para conseguir un cliente.
Puede que el ser comercial me haya ayudado en esta manera de entender la vida, porque es una manera de actuar, y ojo, sin RIESGOS no hay ÉXITO.
Os animo a ACTUAR, a no tener tanto miedo al cambio, los cambios son oportunidades, oportunidades de crecer y conseguir cosas que de otra manera nunca vamos a conseguir.
Como dice Alex Rovira, en su libro “La buena suerte” la actitud positiva puede ayudarte a conseguir atraer la suerte a tu vida. Pero si no somos proactivos y no la buscamos no va a llegar.
Lo mismo que no nos llegan los pedidos si no los buscamos, ¿estáis conmigo?